Financiación para iniciar un negocio

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Los inversores dicen que sobra dinero para invertir en buenos proyectos. Y los emprendedores dicen que el capital riesgo es inversión sin riesgo y que se les hace dificil encontrar financiación que apueste por sus proyectos en la etapa inicial. En esa en la que todavía el negocio es una idea o un proyecto a punto de consolidarse.

Los tiempos de vender ideas de proyectos financiables con un power point pasaron a la historia. Ahora los inversores buscan proyectos con muchos condicionantes. Que haya demostrado ser capaz de emprender la idea en forma de proyecto mínimo viable, consiguiendo sus primeros clientes, que encaje dentro de la temática de proyectos de inversión en los que suelen meterse, que estén próximos a su área de residencia, que tengan buenas referencias de los emprendedores y su equipo gestor, que haya un buen pacto de socios y por último que la temática sea invertible porque se haya dentro de una tendencia en el mercado en el que rápidamente pueden multiplicar su inversión con nuevas rondas o ventas a empresas más grandes. Es decir, que haya una clara salida de la startup.

Los bancos tampoco lo ponen fácil, para ofrecerte financiación para una idea féliz o proyecto empresarial piden que el emprendedor ya sea solvente. Lo que excluye a gran cantidad de empresarios en potencia. Es decir, que si te dan 100.000€ esperan que tengas un patrimonio de igual o superior a 100.000€ en activos. Y si el emprendedor no los tiene, entonces, piden los famosos avales y garantías. Pues un banco al fin y al cabo, gana dinero prestando dinero y que se lo devuelvan. Si el proyecto se queda por el camino y fracasa. Entonces pierden lo que habían prestado y de alguna forma tienen que tratar de recuperarlo. Así mismo, aunque no sea fácil conseguir inversión bancaria. Es la más barata. Pues al fin y al cabo lo que haces es apalancarte a un tipo de interés que generalmente deberás ser más bajo a la rentabilidad económica y financiera que le saques anualmente al negocio que emprendas. Con este dinero consigues iniciar la actividad, empezar a generar flujos de caja y no cedes parte de tu empresa a un tercero. En el sentido de que si el negocio funciona, entonces el dinero del inversor sí que te habrá salido caro, pues deberás rentar dividendos durante toda la vida en rentabilidad de la empresa o plusvalías en caso de que se venda en un futuro.

Por último, en caso de que el caso de que no te haya sido posible recurir a la financiación de terceros por parte de inversores de capital riesgo o incluso de amigos o familiares. Y los bancos te hayan financiado. Tienes dos alternativas:

Autofinanciarte con recursos propios procedentes del ahorro o de las venta de servicios u otras rentas que consigas alcanzar hasta disponer de capital suficiente para emprender la actividad. O bien tomar un poco más de riesgos y aventurarte a solicitar un credito rapido, que son estos préstamos de empresas que se anuncian en la televisión en los que puedes obtener financiación a través de creditos rapidos sin papeles. En estos el coste efectivo de la financiación es bastante elevado, pero es posible que en un momento dado te puedan sacar de un apuro. Revisa siempre las condiciones y finalmente decide entre todas las alternativas la más ventajosa para emprender tu actividad.