Las finanzas personales son clave para vivir desahogado en la vida; y en la vida de las empresas sucede exactamente lo mismo con la planificación financiera.
Tener liquidez suficiente para frente a tus obligaciones a corto plazo, mantener un ratio bajo de endeudamiento, ser suficientemente solvente o lograr una rentabilidad económica superior al coste financiero de la deuda y de la rentabilidad media del sector, son algunos de los indicadores que todo empresario debe tener en cuenta a la hora de gestionar el negocio en el que opera.
Un buen director financiero dentro de la empresa o bien la contratación de una consultoría financiera ayuda a organizar la información que proporcionan los estados contables previsionales y definitivos para su análisis, comparativa y toma de decisiones, periódicamente conforme se cuenta con la elaboración financiera elaborada.
Empresas como OVB, especialistas en consultoría financiera, ofrecen a los empresarios la oportunidad de contar en sus equipos de manera externa un equipo de profesionales en los que poder confiar, de tal forma, que puedan invertir correctamente los picos de tesorería que genera el negocio en inversiones que propocionen mayor rentabilidad que dejarlo en la cuenta del banco, pero de bajo riesgo. O bien, trabajar sobre el Estado de Flujos de Efectivo de la empresa para detectar la estacionalidad de las ventas (y sus cobros) y valorar la necesidad de contratar productos de financiación a corto plazo para la operativa de la empresa como líneas de crédito, confirming de facturas o descuento de letras.
Así como una correcta evaluación de los riesgos a los que se enfrenta la empresa y valorar un seguro acorde a minorar estos riesgos tanto para la empresa, como para el emprendedor… porque qué pasaría mañana si en la empresa hay un incendio grave, una nevada destruye la fábrica o una racha de viento se carga todo el tejado de la fábrica… estas situaciones en la vida real y en los negocios suceden.
O todavía peor, qué pasaría si fallece el empresario, ¿continuaría la empresa? De ahí la importancia de que las empresas valoren escenarios posibles, actuaciones alternativas y sobre todo encuentren la forma correcta de tomar coberturas que les protejan frente a estos riesgos potenciales.
Volviendo al aspecto más operativo, algunos «hacks» financieros para empresas son contar con varias cuentas bancarias diferentes capaces de ofrecer buenas funcionalidades, pero sobre todo bajos costes operativos, y diferenciar para qué se van a utilizar cada. Por ejemplo, podemos tener una cuenta para controlar los ingresos, otra para controlar las operaciones de compra con proveedores, suscripciones, pago de nóminas, etc y una última cuenta bancaria a modo cuenta de ahorro dónde ir depositando los excesos de tesorería, y también, donde se descontarán los impuestos a pagar que surjan.
De esta forma, sabemos que contamos con colchón suficiente para hacer frente a las obligaciones fiscales, el volumen de fondos de reserva con los que contamos o bien si nos podemos hacer alguna pequeñas inversión financiera con los recursos de la compañía.
De igual manera, que es fundamental controlar los KPI’s financieros de la empresa, a estos también debemos añadir el periodo medio de maduración, cuya finalidad es poder valorar cómo es la situación de nuestra empresa en compras, en pagos a proveedor, o en producción y cobro a clientes (entre otros) respecto a las empresas del sector y saber más en detalle si se están haciendo bien las cosas o por el contrario no se está siendo suficientemente competitivo.

Blog para apasionados del Marketing, Internet, Comercio Electrónico, Empresa y Negocios Digitales.